23 ago 2019

📌 Canaima | Edo. Bolívar 13'

AMIGOOOOOS.

Recordar es vivir. Encontré una memoria de un viaje que hice a Canaima - Estado Bolívar, Venezuela; en 2013. Capturé cosas bellísimas, y sin embargo, siento que no le saqué el jugo a las maravillas que encontré allá.

Les presento mis recuerdos sobre este viaje: Canaima 2013.


Recuerdo lo pacífico que era, no tenían internet ni televisores (no sé si eso ha cambiado), pero sí tenía electricidad, no tanto como en una ciudad, claro. Lo que hacía que por las noches apareciera el cielo más estrellado que he visto en mi vida.



Hay muchísimos saltos y caídas de agua espectaculares; a las cuales te puedes acercar si vas en lancha.

En la época que fuimos (marzo) nos dijeron que era 'época de sequía', por lo que no pudimos ir a conocer el Salto Ángel, debido a que la ruta para llegar es por lancha, y el río no tenía el agua suficiente para poder transportarnos, así que eso es algo a tener en cuenta cuando se viaja para allá.

Otra cosa a tener en cuenta -aunque quizás sea un poco obvio- es llevar repelente para mosquitos, ¡hacía un calor tremendo! De esos que te dejan la piel pegajosa😂 y obviamente, clima cálido = mosquitos de fiesta.

Una de las cosas más bellas que presencié, fue en un momento del desayuno, que un amigo volador nos hizo una visita:


Sus colores eran bellísimos, aunque su pico era intimidante, por lo que las personas que estaban en esa mesa decidieron alejarse, a lo que el amiguito aprovechó para comerse las frutas que ellos dejaron.
Las vistas en las mañanas eran de otro mundo; en Canaima abundan los tepuyes, que quizás les suenen porque allí era donde Ellie y el Sr. Fredricksen de "Up" querían llevar su casa.

¡Ah! Que por cierto, esta zona fue la inspiración de los creadores de esa película; y también los de la película de "Avatar" tomaron algunos paisajes como idea para el rodaje.


Obviamente en los viajes se habla de comida, pero yo soy de aquí de Venezuela así que no sufrí para adaptarme a ella o algo por el estilo 😂 claramente, había mucha comida venezolana, pescados, frutas... comidas muy caribeñas.

Hay excursiones en donde te llevan no muy lejos de donde están las habitaciones, y sin embargo, puedes encontrar paisajes que te dejan sin aliento. Y esos sólo a unos pasos de distancia, imagina adentrarte un poco más, debe parecerse al paraíso.

La gente oriunda es muy amable y atenta, te dan regalos de bienvenida (en nuestro caso fue un collar y un vasito con chocolate caliente), y luego para la despedida hicieron una cena bellísima donde pusieron las mesas en la parte de afuera del comedor, y entonces podías ver la infinidad de estrellas mientras comías.

Fue un viaje maravilloso, que me hubiese gustado aprovechar más, en especial porque no pude ver el Salto Ángel. Pero los recuerdos que llevo conmigo de ese tiempo son increíbles.

Algo que no conté, y que es una anécdota graciosa, es que yo le tengo terror a las avionetas, y para llegar a esta pequeña localidad tienes que montarte en una, cosa que yo no sabía. Imaginen mi cara cuando veo el avión en miniatura esperando a los pasajeros para abordar... incluida yo entre esos pasajeros. Me quedé de piedra, resulta que todos sabían, menos yo. No me habían querido decir para que no me echase para atrás. Pero, bien jugado. No me quejo para nada de ese secreto. Luego de haber vivido cosas tan increíbles, un pequeño viaje en avioneta vale la pena (o por lo menos eso es lo que piensas... pero solo una vez que te bajas de la avioneta).

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